Hay personas que cuando miran una rosa disfrutan de su belleza al compás de su aroma. Otras, solo ven un tallo repleto de espinas prestas a dañar. La verdad es que ambas visiones se ajustan a una realidad fragmentada por el ser que gobierna las certezas personales, la propia consciencia. Que la visión de tu propio ser te de siempre la versión más extensa de todas las flores de tu vida, y abras tu intuición al conocimiento de que toda acción, pensamiento, emoción o sentimiento tiene pétalos y espinas. En ti reside el poder de posar tu mirada en aquella forma que llene de color tu vida.
Alaka´i