Hay un punto, un lugar, un momento de inflexión, en el cual un ser humano salta a un estado evolutivo diferente. Se trata del encuentro con la capacidad de autoevaluación. Cuando inicias un sendero vislumbrando, que todo lo que ocurre no es fruto de lo que esta fuera, sino de cómo lo percibes por dentro, se abre una puerta hacia tu poder interior. Adquieres el potencial y la gracia de conducir tu vida en consonancia a tus gustos y prioridades. Ahora, prácticamente todo lo que ocurra en tu vida será fruto de tus propias decisiones, y de la actitud con la que te enfrentes a las circunstancias de tus días. Nunca más serás la marioneta de las debilidades y miedos de tu pasado.
Alaka´i